Uno de las principales piezas del complejo engranaje que supone la economía es la vivienda, convirtiéndose en muchos casos en indicador de la salud de un país en cuanto capacidad monetaria se refiere. Por suerte, cada día nos despertamos con nuevas noticias referentes al sector inmobiliario, siendo estas especialmente positivas durante el último año. No en vano, algunos informes señalan un repunte del sector que se traduce en datos tales como que el precio ha dejado de ser considerado el principal escollo a la hora de encontrar nueva vivienda, que el presupuesto que tenemos para alquilar o comprar una casa ha aumentado un 12% con respecto a los datos del año anterior, o que cada vez hay más personas que pueden permitirse una vivienda de 150.000 (un 54%, frente al 39% del año pasado).

¿Y cuales son los motivos que han propiciado esta recuperación del sector?nos encontramos con que las compraventas suben el 11,4%. Este ‘arreón’ del mercado está propiciado por la vivienda de segunda mano, cuya compraventa creció un 16,8% anual, amortiguando el descenso del 22,6% que sufrió la vivienda de nueva planta (el stock de esta última, a pesar del dato mencionado, se situó por debajo de la barrera de las 500.000).

Otro de los factores que ha influido es el aumento del 17,8 interanual de hipotecas concedidas para la adquisición de vivienda (17.447, con una media de 123.297 euros), representando estas el 77,8% del montante total del precio.

España dobla la media Europea

Si bien la media de la subida de los precios de la vivienda en la zona euro fue del 3% en el primer trimestre del año, en España este dato se duplica y llega hasta 6,3%. La lista de países que encabezan las subidas interanuales son Hungría (15,2%), Austria (13,4% y Suecia (12,5%).

Ante estos datos, parece que el fenómeno de crecimiento que está experimentando el sector inmobiliario ha llegado para quedarse, pues aunque hay quien prefiere no echar las campanas al vuelo y optar por la prudencia, hasta los más escépticos consideran que se está produciendo una estabilización real de los precios.